Vericueto : Lugar o sitio áspero, alto y quebrado, por donde no se puede andar sino con dificultad.
Decir: Manifestar con palabras el pensamiento.

Bienvenidos a mi nuevo intento, el último quizás, de contar esta historia. Esto es un laboratorio de escritura, que quede claro. Publico según escribo, sin revisión ni corrección, con lo cual no es improbable que haya contradicciones o incongruencias, idas y vueltas, en fin, como en la vida.

martes, 10 de mayo de 2011

Vericueto 22: Del diario de Carmela



11 de septiembre de 1980 –noche-

Sigo con este asunto, porque estoy descubriendo que curiosamente me descansa algo hablar del cansancio.

Hablar de lo que molesta: terapia psicoanalítica pura, diría mi tía, la mujer de mi tío filósofo, Rita. Ella vive de analista en analista desde hace no sé cuántos años. Papá dice que sigue loca (y eso que es su hermana), pero ella asegura que estaría mucho más loca si no fuera por todo el análisis que hizo.

Yo creo que nadie puede saber eso. Quiero decir, asegurar que mi tía estaría peor si no se hubiera tratado. Me parece que no tiene ningún sentido ese contraargumento. Bueno, suena a buen retruque, pero no es válido, quiero decir. Lo que hubiera sido no fue, así que no podemos saber lo que habría provocado. No tiene lógica. Es casi como un argumento de fe. No sé si me explico…


Sin embargo este pluscuamperfecto se usa mucho para más-que-perfeccionar lo que nunca sucedió, con la idea de reforzar la validez de lo que sí sucedió. Es más defensivo que invectivo y de una defensa que se escuda en lo incomprobable, algo sospechosamente axiomático. Fantaseos, bah.
De la misma manera contestó mi profesor de catequesis de secundaria cuando Inés le preguntó cómo era posible que el mundo siguiera tan mal si Jesús había venido. Y él sonrió con esa cara de elevación que ponía cuando estaba por decir algo misterioso y respondió: “Preguntate más bien cómo estaría el mundo si Jesús no hubiera venido”. Lo cual, recuerdo, me sonó doblemente inútil porque, además de entrar en el argumento de lo-que-hubiera- pasado-si-no, el profesor había respondido una pregunta con otra especie de pregunta. Y eso es, según mi tío, retórica pura, algo que para él, contradiciendo a mi actual profesor de Oratoria, es sinónimo de palabrerío inútil…

Toda esta disertación me ha costado muchísimo, me cansó y ahora me suena, también, perfectamente inútil.
Es lo que pasa cuando uno hila fino, dice Meme. “Te sale un hilo tan fino que se enreda con solo mirarlo”.

Dejo aquí porque tengo que estudiar para un parcial de Historia Contemporánea. Pero no me parece que vaya a poder concentrarme en las guerras del siglo XX. Si estudiar esto derivara en el descubrimiento de una especie de profilaxis, es decir, si sirviera para encontrar la forma de que no haya nuevas guerras, vaya y pase. Pero parece que la historia no funciona así. Prefiero ponerme a hacer algo también inútil pero que al menos me gusta: pensar en Marcelo. Me voy a tirar en la cama un rato y me voy a poner a imaginar cosas con él, cosas lindas, claro. Para eso tengo veinte años, dice mamá. Para imaginarme la vida como a mí me gustaría que fuera. Tiene más sentido imaginar lo que “sería si” que preguntarse lo que hubiera sido si no.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy simpatico el final!